9no Campeonato Mundial de Kung fu

Me ha tomado mas de un mes terminar este texto sobre el 9no Campeonato Mundial de Kung fu. Mucho tiempo, no por estar extremadamente ocupado, si no, por que se necesita tiempo para asimilar todos los sentimientos que afloran en al participar en dicho evento.

Introducción

El 9no Campeonato Mundial de Kung fu tradicional fue realizado en la ciudad de Emei Shan, en la provincia de Si Chuan, la región natal de los pandas al centro sur de China. 

En esta edición el campeonato fue llevado acabo del 23 al 28 de agosto del año 2023.

La preparación

Para esta ocasión, me dedique a entrenar arduamente por tres meses para representar a la Federación Chilena de Wushu como el único atleta chileno en este torneo. En un principio iba a competir con Xingyi Quan, estilo del cual soy cuarta generación del estilo Che, familia Bu, de la región de Shanxi y con Taiji con abanico. Sin embargo, debido a que un amigo chileno tenia pensado competir en el 9no Campeonato Mundial de Kung fu en la misma categoría, decidí cambiar de categoría para tener opción a conseguir más medallas de oro para Chile. Y de este modo fue como termine preparándome para competir con una rutina del estilo Chen de Taiji Quan.

La preparación no fue fácil, el calor húmedo de Guangzhou, la falta de un lugar apto para entrenar Wushu, la presión de los estudios del doctorado y la edad, hicieron muy difícil levantarme temprano para irme a la cancha de atletismo a buscar algo de sombra donde hacer mi entrenamiento seis días a la semana con doble jornada de entrenamiento combinando trabajo especifico de fuerza y flexibilidad en el gimnasio y trabajo específico de Taiji Quan.

El día a día en el 9no Campeonato Mundial de Kung fu

Y en un abrir y cerrar de ojos, con una cantidad de sudor nunca antes experimentado, con una mejora en la flexibilidad y balance impresionante llegó la hora de hacer la mochila, preparar el traje de seda hecho a la medida, no olvidar las zapatillas para competir y llenar el corazón con esperanza para poder triunfar en este torneo.

Día 1, la llegada.

Salí de la universidad a eso de las 3am del dia 23 de agosto, una hora y media de taxi y llego al aeropuerto, ¿Cómo fue la experiencia en el aeropuerto?… bueno, lo que mas llamo mi atención fue que en el aeropuerto internacional de Guangzhou Bai Yun (nube blanca) casi no había trabajadores, el Check-in y dejar las maletas se hace de manera autónoma.

Un vuelo tranquilo y llego al aeropuerto internacional Tian Fu de Cheng Du, la ciudad capital de Si Chuan. Me tomó casi sesenta minutos en metro para llegar a la estación Este de trenes rápidos donde me esperaba Nelso: el alumno de un viejo amigo de Wushu argentino que viajo solo para competir en el torneo.

Juntos tomamos el tren bala y en una hora ya estábamos, junto a otras delegaciones internacionales, sentados en el bus que nos llevaría a nuestro hotel.

Llegamos al hotel, hicimos el registro, pagamos los 350 dólares de la competencia, no teníamos almuerzo por llegar pasada la hora, asi que nos fuimos al cuarto a descansar y esperar por la cena.

Terminada la cena uno de los voluntarios se acerca a mi preguntándome si podía participar de una entrevista con la estación de televisión local. Petición a la cual accedí y una vez mas en mis años en China tuve el honor de ser entrevistado y probablemente ser visto en televisión por millones de personas (recuerden que estamos en China, ¡Ja!)

Cabe decir que de pronto comenzó la lluvia que nos acompaño durante todo el evento (con excepción del último día) y de este modo fue como no pudimos ir mas lejos que a la vereda de enfrente donde encontramos un pequeño parque de bambú con un templo dentro de este.

Día 2, comienza el campeonato.

Con mas de 50 delegaciones internacionales y mas de 6000 atletas, entre extranjeros y chinos, se da inicio al 9no Campeonato Mundial de Kung fu.

Tanto Nelso, como yo, únicos representantes de nuestras delegaciones nacionales, no pudimos participar de la ceremonia de apertura ya que esta se realizó a la misma hora que las competencias de la mañana, donde Nelso competía y ya teníamos acordado grabarnos y darnos apoyo mutuamente, ya saben, Wushu Yi Jia Ren (Wushu, una familia).

En esa jornada yo no tenía competencias, por lo tanto, mi trabajo fue disfrutar del primer día de mundial, viendo las competencias de los distintos atletas internacionales en sus diferentes categorías.

Fue una grata sorpresa ver a Nelso conseguir medalla de oro en su categoría de Nan Quan, con pocos años de edad, se convirtió en campeón mundial.

Me sorprendió mucho ver como el nivel de los atletas había subido mucho desde la última edición de este campeonato hace cuatro años atrás. Fue ahí donde comencé a sentir la presión del evento.

Día 3, La primera competencia.

Parte el día sábado 26 de agosto, son las 6 am y me encuentro frente al espejo terminando de arreglar mi pelo, barba y pensando en lo difícil que será la primera categoría y las pocas opciones que veía de obtener una medalla.

La verdad es que con el cambio de categoría y las pocas ganas de entrenar bajo el calor húmedo de Guangzhou, no deparé en el echo que mi rutina de competencia de ese día, rutina de 18 movimientos de Taiji Quan estilo Chen, no sería lo suficientemente apropiada para competir con atletas asiáticos, quienes probablemente sean expertos en Taiji Quan.

Y así fue… si bien, la rutina la terminé dentro del tiempo determinado, no cometí errores, pude mostrar un nivel de Taiji Quan decente, y me sentí cómodo con mi participación, lo básico de la rutina y sus pocos movimientos llamativos a los ojos de los jueces me dejó con un puntaje final de 8.43 y en el noveno puesto de diez atletas.

El campeón, fue el atleta chino, campeón nacional de Taiji Quan estilo Chen, Yang Xu, seguido por los atletas de: Hong Kong, Sat Pak Long, el filipino Chuang Tate Mathew y otros muy buenos atletas más que fueron premiados con medallas de plata y bronce.

Al terminar mi categoría y ver el resultado, me desanime un poco. Si bien sabía que conseguir podio era casi imposible, no perdía la ilusión de conseguir una medalla para Chile. Luego de las palabras de aliento de Nelso y los ya para ese entonces, nuevos amigos de wushu del equipo español, un tiempo a solas en medio de un mar de gente, pero con la mente atenta a mis pensamientos, pude calmar el desánimo y como buen atleta experimentado, aceptar la derrota y comenzar a preparar la siguiente rutina, última oportunidad para volver a casa con premios. 

Durante la tarde volvimos a ver las competencias, la verdad este tipo de campeonatos son una fiesta, con una organización perfecta, lleno de gente como yo, locos y locas por el Wushu, de países tan distintos como Polonia, España, Sudáfrica, Francia, Egipto, Bolivia, Japón, Malacia, etc. y por supuesto, el equipo chino, que esta vez se presento con mas de 30 atletas, de todas las edades y categorías que vinieron a demostrar porque el Wushu se originó en China, pero pertenece al mundo.

Día 4, La revancha

Parte el tercer día de competencias, la última oportunidad para demostrar que mi entrenamiento y años de experiencia valen la pena y dan frutos.

Con el mejor de los ánimos y el apoyo a la distancia de todos mis amigos del Wushu de Chile y el mundo, me subí al bus que me llevaría a competir. Con la música a todo volumen, como me gusta a mí, y en compañía de Child in time, de Deep Purple, que me acompaño en el corto trayecto entre el hotel y la gimnasio, llegue listo a competir.

Fui de los primeros atletas en llegar. Probe la alfombra solo, repase la rutina de Taiji con abanico un par de veces, un poco más rápido de lo normal, pero fue suficiente para sentirme listo para salir a hacer lo que me gusta.

Esta fue la primera vez en mi vida que compito en estas categorías, en el pasado, he competido en Taiji Quan, pero estilo Yang y solo con manos vacías.

Llego la hora, los atletas iban pasando de 3 en 3, hasta que me toca a mí. En mi grupo, salimos el atleta chino-francés, el brasileño y yo.

Suena el silbato que nos da la partida y ahí estoy yo, con mi mente “en blanco”, en ese estado de paz / felicidad / ansiedad que me encuentro cada vez que me paro con mis pies juntos frente a jueces y público…respiro profundo, “llevo el Qi a Dantian” y comienzo.

El área no era lo suficientemente amplia para mi rutina, tuve que improvisar y hacer cambios de direcciones y achicar los pasos para no terminar pisando fuera del área permitida. Además, durante el viaje, el abanico, regalo de mi amiga Li Shan Shan de la tienda CC Wushu, sufrió un pequeño daño del que solo me percate el día anterior, una de sus ramas estaba media doblada y esto hacia muy difícil abrir el abanico en 180° y cerrarlo completamente, como pide el reglamento, sin embargo, no fue impedimento y termine en tercer lugar y medalla de bronce para Chile con 8.57 puntos. El campeón de la categoría fue el francés Lin Sanzhe (8.70 puntos), seguido por el hongkones Sat Pak Long con 8.69.

Al terminar mi rutina, y saludar a los jueces, sentí la voz de Nelso gritando ¡vamos Rafa!, ¡bien! Me voy a la zona de espera de puntuación y me llené de alegría al ver el ranking final.

Una vez Nelso me da mi celular, el que usó para grabar. Llamo a mi amada Jasna, quien se quedo en pie esperando por mi resultado, le cuento rápidamente como fue, me felicita, siento su amor y apoyo y eso me llena de alegría.

Al mismo tiempo, Instagram, WhatsApp y Facebook se volvieron locos, una vez más, el apoyo de mi familia y la familia chilena de Wushu se hizo sentir, mensajes llovían y yo sin fuerzas de responder. Si bien fue una competencia de Taiji Quan, me sentí exhausto. Busque un lugar en la galería para sentarme y disfrutar…no fue medalla de oro, pero no me voy con las manos vacías. “Rafa, medallista de bronce en el 9no Campeonato Mundial de Kung fu, grupo hombres C, categoría Taiji con abanico y sable”.

De vuelta a la realidad

Y así, a la velocidad de la luz se paso el torneo. Sin darme cuenta las 10 horas de tren bala pasaron frente a mis ojos volando. Llegué a mi cuarto en la universidad, colgué mi medalla y no podía parar de pensar en lo vivido: nueva medalla para la colección. Nuevas experiencias. Nuevas amistades. La fiesta improvisada de la última noche con los atletas españoles e italianos, brindando con unas cervezas bien frías y cantando para animar a quien pasara por fuera del restaurant. Fiesta que termino interrumpida por la policía que nos vino a pedir que por favor bajáramos la voz (cosa difícil para latinos) y tema del que hablaremos en otra ocasión.

También me encontraba pensando en todo el apoyo a la distancia de mi amada, mi familia y mis hermanos y hermanas de Wushu de Chile y el mundo.

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